Vivimos en una sociedad que cría “hembras y machos” y esto genera un riesgo, un costo importante para la salud, para la dicha y la justicia de hombres y mujeres en todas las sociedades y culturas del mundo.
En el caso de los hombres, la violencia refuerza la masculinidad.Desde que el hombre nace es educado con juguetes bélicos o deportes agresivos y otras prácticas que educan al varón para que desarrolle conductas violentas. El niño, primero usa la violencia simbólica en el juego para agredir y destruir a otros. Luego la convierte en una actitud ante la vida.
La sumisión, la entrega, la vulnerabilidad sexual son atributos que refuerzan la feminidad y educa a las mujeres desplazándolas de posiciones y oportunidades sociales y laborales, convirtiéndolas en víctimas de la violencia masculina o en seres más vulnerables ante amenazas o disminuidas frente a oportunidades de empoderamiento.
Tanto hombres como mujeres por igual somos corresponsables de esta forma de educar y criar a niños, niñas y adolescentes y que conlleva a perpetuar la falta de equidad entre los géneros. Es por eso que todos y todas necesitamos hacer reflexión sobre el modo en que estamos criando a los niños y a las niñas en casa.
¿Estamos educando hembras y machos o SERES HUMANOS?
1 comentario:
qué difícil ha de ser para "los locos bajitos"
vivir sin hogar, porque una casa donde se vive bajo el miedo y la tensión NO ES UN HOGAR
espero no dejes nunca tu lucha.
un abrazo
nieves
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